Para tener una buena salud bucodental es imprescindible tener unos buenos hábitos de higiene dental; más aun cuando nos hemos sometido a un procedimiento quirúrgico como lo es una extracción dental, así facilitaremos la recuperación y evitaremos complicaciones.
Cuando se realiza una extracción dental se rompen tejidos blandos y vasos sanguíneos por lo que el sangrado, la hinchazón y las molestias entran dentro de lo normal. Las primeras 24 horas son muy importantes, ya que se debe formar el coágulo en la herida; por ello debemos evitar el cepillado en la zona, enjuagarnos, escupir o chupar, ya que la presión que ejercemos retrasará la recuperación.
Es importante también que tengas en cuenta que, si sangras más de dos días y/o las molestias van a mayor, debes visitar al dentista de inmediato, así te revisará y podrá ver si existe una complicación.
Sigue estos consejos para que tu periodo post extracción resulte lo menos incómodo posible:
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Aplícate hielo: te ayudará a bajar la hinchazón y a calmar posibles molestias.
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Descansa, no hagas esfuerzos físicos en los primeros dos días; si te tumbas, mantén la cabeza más alta que el resto del cuerpo.
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Evita tomar cosas calientes.
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Tu dentista te habrá colocado una gasa, cámbiala cada hora durante las primeras seis horas para taponar la herida.
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Haz enjuagues suaves de agua con sal, pero nunca durante las primeras 24 horas; esto ayudará a que el coágulo se mantenga.
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No escupas: simplemente abre la boca y deja que el contenido caiga.
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No fumes ni bebas alcohol: esto podría retrasar tu recuperación.
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Toma bebidas y alimentos fríos o templados durante unos días e intenta hacer tu dieta lo más blanda posible.
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Sigue las indicaciones del dentista y toma los medicamentos que te recetó.