Nuestra dieta tiene un gran impacto sobre la salud de nuestra boca y dentadura.
Una alimentación saludable tendrá enormes beneficios para la salud de nuestros cuerpos.
Más allá de lo que comemos, es importante respetar el esquema de tres comidas al día seguidas de un cepillado y del uso de hilo dental. Los azúcares, especialmente los de las comidas industriales, deben ser evitados a toda costa. Y los alimentos ácidos deben limitarse y acompañarse con un enjuague de agua que permita retirarlos del esmalte dental.
Los alimentos sin azúcar son un buen principio, pero no debemos creer que podemos comer todos los que queramos sin ningún impacto para nuestra salud bucodental.
Lo mejor es una dieta equilibrada, variada y sana con una buena higiene dental.